Siempre.
En algún momento del día.
Más tarde o más temprano apareces y te haces presente.
Año tras año.Y seguirá así....
Pensé que los años calmaba. No es así.
Sólo cambia el gusto, el olor de una habitación
encerrada hace años, con olor a humedad y gusto rancio.
Siempre estás ahí.. y a la vez no estás...
En estos meses de creación te llevo y te traigo,
entre lágrimas y sonrisas.
Y quizá ellas te nombran y vemos tus estampillas con la lupa, una por una.
Y luego la nada, el vacío otra vez.
Y la eterna sensación de necesitar tomar tu áspera mano otra vez.
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